POST PASSIONEM(2ª parte)

Cieza despierta, tras el cansado miercoles Santo, en Jueves, pero no cualquier jueves como a mi me gusta decir, pues durante el año el 4º dia de la semana es un dia mas, pero en esa semana, realmente es Jueves.Como decia, es en ese día cuando nos damos cuenta de que el trabajo no para, a las 7:30 de la mañana ya hay devotos, como viene siendo tradición desde hace años, en la Casa-Museo para conseguir , despues del madrugón, el lugar mas cercano a ese Santisimo Cristo de la Agonía que inunda las calles de Cieza al son del silencio y en ocasiones interrumpido por el sonido devoto y apasionado de las saetas que se alzan como flores en primavera.
Pero realmente, el Jueves Santo cofrade comienza cuando la Cruz Guia de la cofradía de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza indica a la calle Diego Tortosa que esa Virgen que salió de las manos del maestro Carrillo avanza por su recorrido como si de la plaza de Campana se tratara.
La dulzura de esta cofradia que alcanza este año su 41 aniversario, embriaga junto a esa cara divina, el incienso y esa fila de perfectamente colocadas velas, te hace relflexionar cuando el palio se encuentra a unos metros de ti y por ultimo te fascina con el arte sacro trasformado en un manto de flores que le da ese toque característico. Alrededor de dos horas despues de su salida y de haber pasado por la esquina del convento al son de Caridad del Guadalquivir reproducido por laudes , vuelve a su punto de salida acompañado de sus nazarenos como si estuvieramos hablando de la calle Purezas y por último va entrando muy lentamente a su casa de hermandad bajo el tono de Caridad del Guadalquivir esta vez interpretado por No Tenemos Prisa.
Y así, sin darte cuenta, ya son las 23.25, hora de estar en la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción , a la cual se accede por la calle de San Pedro, que en esos momentos se encuentra abarrotada por los espectadores de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza.
La Iglesia rebosa también de fieles, unos contemplando la exposición del Santísimo, mientras otros, con un atuendo negro, reflejando la agonía de Cristo, en una de las capillas de la Asunción, esperan que se abran las puertas y pueda comenzar un año mas esa procesión que añoraban desde 365 dias atras.
Una vez colocados en sus lugares, provistos de sus velas y,las mismas, atadas a la larga cuerda que recorre el cortejo hasta llegar a las varas exteriores, se van bajando los capuruchos, y ,correspodientemente, los anderos los verdugos, tras 3 h horas de procesión, cientos de oraciones, después de haber llenado las calles de cera y haber deleitado con el sonido triste de los violines,el Cristo de la Agonía avanza acompañado del sonido que hacen los zapatos de los anderos en el intento de que ninguna de las puntas de la cruz roze con el mágico callejón de la Oz.
Ahora se da una de las estampas mas preciosas de nuestra Semana Santa; todos y cada uno de los capuruchos se postran de rodillas al paso de Cristo en la Plaza Mayor, hasta que entra en la Basílica y finalmente en su capilla, pues ya ha compartido su rostro con Cieza en esa noche de silencio.

Fotografías:@antoniojciezano
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